Importancia de la motivación en el aula. España

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Este artículo trata sobre uno de los aspectos que la mayoría de las personas buscamos en nuestras vidas. Un elemento que nos hace mejorar, profundizar, y dar todo por la tarea que estamos llevando a cabo, ya sea un simple ejercicio físico o el proyecto de nuestra vida.  Estamos hablando de la motivación, un aspecto de la psicología humana que puede usarse, de forma realmente útil, a favor de la educación. Para empezar a comprender mejor este fenómeno, a continuación, veremos la definición que aportan algunos autores sobre este fenómeno.

De por sí, la palabra motivación proviene del latín “motivus” (movimiento), palabra que se compone por el verbo “movere” (mover) y el sufijo -tivo que indica acción. Por lo que podemos deducir que ya implica un movimiento hacia algo, un objetivo. Ya Maslow en el siglo pasado (1991) propuso que los humanos tenemos una serie de necesidades y que la motivación es el impulso que sentimos para alcanzarlas y superarlas. Concretamente, este autor creó un modelo en forma de pirámide que hablaba de cinco categorías principales de necesidades, que son: fisiológicas, de seguridad, de afiliación, de reconocimiento y de autorrealización. Dichas categorías se suceden en ese orden; estando en la base de la pirámide las necesidades fisiológicas y en la punta las de autorrealización.  El autor imbuye a estas necesidades la característica de que hasta que no conseguimos superar una de ellas, no se podrá avanzar a la siguiente. No todos los autores ven a la motivación como una necesidad para la consecución de futuros objetivos en el ser humano, sino que también se observa como una habilidad instintiva de nuestra especie, asociada a las emociones, que se genera para sobrevivir. Carrillo, Padilla, Rosero y Villagómez (2009), exponen que el hambre o la sed son las motivaciones más fuertes que puede tener el ser humano, atribuyéndoles todos los avances dados en la evolución de nuestra especie.

Pero, ¿cómo unimos este fenómeno de la psique humana con la educación? Ruiz (2020), nos traslada una definición más aclaratoria de lo que es la motivación y que complementa la de los autores anteriores. Para este autor, la motivación se trata de un estado emocional que impulsa a mantener una conducta con un objetivo determinado. Cualquiera que se dedique a la educación estará de acuerdo con este autor en que lo que buscamos como docentes o miembros de la comunidad educativa es que el alumnado este motivado para implicarse cognitivamente llegando a un aprendizaje profundo y significativo. Según los cognitivistas Wigfield y Eccles (2000), existe un valor subjetivo que le otorga un alumno a un objeto de aprendizaje, este valor determinará el esfuerzo que le pondrá a dicho objeto. Ahora bien, podemos encontrar varios tipos de motivación dentro de este valor subjetivo:

  • Intrínseca: sentimiento de interés hacia lo que se va a aprender simplemente porque el alumnado valora, genuinamente, el objeto de estudio. Se puede intervenir en esta motivación mediante el planteamiento y el desarrollo de las actividades de aprendizaje. El simple hecho de mostrar que lo que enseñamos nos apasiona, influirá en este tipo de motivación.

 

  • Extrínseca: Esta no viene dada por la propia satisfacción del alumnado por aprender algo, sino que se produce por las consecuencias de aprender algo. Es decir, estudio una materia porque me han prometido el carnet de conducir si la apruebo. Pese a ser menos reconocido y buscado por la comunidad educativa que el primer tipo de motivación, es un paso necesario para que el alumnado descubra un interés personal y una motivación intrínseca hacia un tema o materia concretos. Para trabajar dicha motivación, podemos valernos de proyectos que salgan fuera del aula e incluyan a la comunidad que nos rodea, también o de mostrar las conexiones entre lo que enseñamos y la vida personal del alumnado (Ruiz, 2000).

También existe otra forma de proceder a incrementar la motivación del alumnado y es regulando la dificultad de la actividad de aprendizaje. Nos motivamos más cuando consideramos que una tarea es difícil a la vez que nos desmotivamos cuando consideramos que una tarea es demasiado difícil. Conocer a nuestro alumnado y poder presentarles actividades que estén entre ambos polos es parte de nuestro trabajo y debería ser una de las habilidades más importantes en un docente.

En cuanto a otro factor en el que podemos incidir como docentes o miembros de la comunidad educativa y que influye en la motivación de los alumnos y del aula, es la unión de grupo. Se ha demostrado (González-alonso, 2019) que una clase unida y con un sentimiento de pertenencia al grupo mejora considerablemente la motivación individual de cada uno de los miembros de la clase. El crear un ambiente propicio e idóneo en un aula generará que la actitud del alumnado sea propensa a la adquisición de conocimientos, además de que se produzca el deseado aprendizaje entre iguales; esto es, ni más ni menos, que el alumnado sea capaz de aprender cualquier conocimiento gracias a la explicación de un compañero o compañera, fuera o dentro del aula, en un ambiente de aprendizaje o de diversión.

En futuros artículos se hablará sobre posibles actividades que fomenten este tipo de ambiente. Me gustaría terminar exponiendo que hay que intentar poner toda nuestra ilusión, como docentes, en cualquier proceso de enseñanza, porque el alumnado nos responderá poniendo toda su ilusión en el aprendizaje.

BIBLIOGRAFÍA

Carrillo, M., Padilla, J., Rosero, T. & Villagómez, M. (2009). La motivación y el aprendizaje. Alteridad, 4(1), 20-33.

González-alonso, F. (2019). Claves para mejorar la convivencia en contextos socioeducativos. Keys to Improve Coexistence in Socio-educational Contexts. Educación y Futuro41, 107-132.

Maslow, A. H. (1991). Motivación y personalidad. Ediciones Díaz de Santos. Madrid.

Ruiz, H. (2020). ¿Cómo aprendemos?: una aproximación científica al aprendizaje y la enseñanza. Barcelona: Editorial GRAO.

Wigfield, A. & Eccles, J. S. (2000). Expectancy–value theory of achievement motivation. Contemporary educational psychology, 25(1), 68-81.

 

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Acerca de Raúl Reina Alonso 3 Articles
Graduado en Educación Primaria con Mención en Educación Física por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Máster en Psicopedagogía por la Universidad de Alcalá de Henares y Educador Infantil. Nacido en Leganés, ciudad del sur de la Comunidad De Madrid, situada a unos quince kilómetros de la capital de España. Nada más acabar la formación obligatoria me decido por centrar mi carrera académica hacia la educación, convirtiéndose en una vocación activa en la que no he dejado de crecer como profesional. Desde que comencé en esta profesión como Educador Infantil nunca he sentido la necesidad de parar de aprender y enseñar sobre diversos temas como: educación emocional, diversidad, metodologías innovadoras, liderazgo educativo, el deporte en la educación, TEA, TDAH, etc. En la actualidad me dedico a coordinar y gestionar actividades en una empresa de actividades extraescolares mientras preparo las oposiciones para el cuerpo de maestros. He trabajado como coordinador y monitor de ocio y tiempo libre en campamentos y como educador infantil en diversas escuelas infantiles. Cuento con experiencia como psicopedagogo y orientador en una asociación que se dedica a trabajar con personas con TEA llamada YUNA. Español escribe sobre Pedagogía

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