Se ha señalado que “el teatro y la pantomima son modos de expresión totalmente naturales para los niños” (Patte, 2008, p.232), por consiguiente, forman parte de sus juegos espontáneos. En ellos, los pequeños dan vida a diversos personajes y situaciones, gracias a los cuales, encuentran la posibilidad de exteriorizar sus conflictos, incluso, sus deseos inconscientes. La riqueza del teatro en las infancias no sólo radica en la posibilidad de movimientos que ofrece, sino que en el placer que esto genera, un goce que llega de manera inconsciente y no planificada, que lleva a los niños y niñas a querer revivir esta experiencia placentera las veces que sea necesario.
Cuando los niños y las niñas ingresan al Jardín Infantil, entre los 3 y 4 años aproximadamente, se observa que traen consigo la capacidad de jugar de manera dramática (Canosa, 2018), es decir, juegos espontáneos en donde construyen personajes, ya sean reales o fantásticos, en donde ponen su cuerpo y su voz en movimiento, a la vez que hacen recorridos y utilizan objetos que permiten ampliar las posibilidades del juego, pudiendo además, vincularse con otros, comunicarse de manera particular, incluso, resolver conflictos personales.
Haciendo uso de este hito importante en el desarrollo de los niños y las niñas, educadores de párvulos -también conocidos como maestros de inicial o de preescolar- acostumbran a incluir el teatro como parte del abanico de estrategias didácticas, llevando a cabo representaciones teatrales que son presentadas a diferentes miembros de la comunidad educativa, la mayoría de las veces, en torno a temas específicos que, a juicio de los docentes, son relevantes, por ejemplo, la crisis valórica, tan característica de la sociedad actual. Es así como niños y niñas memorizan diálogos, siguen instrucciones respecto de movimientos y desplazamientos, en tanto que educadores y/o apoderados se encargan del diseño de vestuario e instalaciones de grandes escenografías que dan realce a la puesta en escena.
Sin bien son loables los esfuerzos de los educadores y de la comunidad educativa en general, no debemos olvidar que la práctica teatral en los niveles de educación parvularia debe implementarse como un hecho artístico, en donde se promueva un saber estético (Canosa, 2018), dejando atrás el didactismo o instrumentalización del teatro que lo reduce a un medio para alcanzar determinados objetivos de aprendizaje. En ese sentido, la forma y el contenido de la
prácticas teatrales deben implementarse desde la mirada del sujeto, es decir, de los propios niños y niñas, incluyendo juegos dramáticos que amplíen las posibilidades lúdicas y permitan que las infancias adquieran y construyan sus propios espacios de juego escénico, en donde desplieguen el cuerpo humano, la voz, el espacio, el conflicto, los personaje y también los objetos intermediarios, entendidos como objetos en movimiento con el que se puedan realizan diferentes acciones que lo transforman en un personaje, por ejemplo, los títeres, de los cuales se hablará en la siguiente publicación.
Bajo esta perspectiva, en educación inicial debemos propiciar instancias de juego dramático en donde niños y niñas sean plenos protagonistas de sus experiencias (Subsecretaría de Educación Parvularia, 2018). En otras palabras, aproximar a las infancias al juego dramático desde un plano lúdico (Santa Cruz, 2018), en donde la improvisación y la creatividad sean los principios orientadores de las prácticas pedagógicas. Con esta reinvención del juego dramático en los niveles de educación parvularia se espera dejar atrás el didactismo para dar paso a un verdadero goce
estético. ¡Vamos a por ello!
Referencias Bibliográficas
Canosa, C. (2018). Teatro. En Ortiz, B. (Coord.) (2018). Lenguajes artístico-expresivos en diálogo: literatura, cine, teatro y títeres. Homo Sapiens Ediciones.
Patte, G. (2008). Déjenlos leer: los niños y las bibliotecas. Fondo de Cultura Económica.
Santa Cruz, E. (2018). Títeres. En En Ortiz, B. (Coord.) (2018). Lenguajes artístico-expresivos en diálogo: literatura, cine, teatro y títeres. Homo Sapiens Ediciones.
Subsecretaría de Educación Parvularia. (2018). Bases Curriculares Educación Parvularia. Ministerio de Educación, Chile.
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