Ética_Educación_Formación docente

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«…la investigación educativa es siempre un acto ético-político. Primero la ética, la política después. Sabiéndonos responsables tomemos la iniciativa de resistir con inteligencia, cada vez que investigamos en Educación» Carlos Cullen_2009

Si al decir de C. Cullen la formación docente se encuentra en la agenda de toda transformación educativa, ocupando un lugar destacado; toda propuesta que devenga en contenido académico y evaluación atraviesa a Instituciones Educativas. Por tanto no resulta viable excluir y no preocuparnos por la formación docente, reflexionando sobre el «qué», del «cómo», el «cuándo», «el para qué» y el «dónde» posesionarnos en formación de docentes. Sin confundir ética con moral, sino a una ética aplicada a la actividad docente, a regulaciones normativas, a sus códigos, sanciones u organismos de aplicación; al cual el autor denomina «deantología profesional» y refiere a  parte de la ética que trata de los deberes y principios que afectan a una profesión. Sin caer en la tradición filosófica de ética como disciplina racional y argumentativa, relacionada con la moralidad; se intenta en esta nota poner en debate singularidades de la acción de aprender y de enseñar, la normatividad sin condiciones por el derecho a la educación, la multiplicidad de bienes educativos; que llegan a definir aspectos relevantes entre la relación ética y educación.

Surgen entonces interrogantes de ¿cómo situarse y reconocer cuando una situación educativa es buena, mala o indiferente para unos y malas para otros?; ¿cuáles serían los límites (si los hubiera) para habitar entre diversos bienes educativos, en ocasiones contradictorios? ¿Cómo definir los beneficios, perjuicios o indiferencia por ciertos saberes?. Resulta complejo poder disernir si se cuenta con principios éticos universales que puedan darnos criterios que permitan justificar e interpretar pretender normatividades a las propuestas, que subyacen a las instituciones educativas. Tener el criterio de poder percibir y justificar el propósito válido de  aceptar o rechazar lo prescriptivo de los diseños curriculares, situación que en ocasiones deriva en que cada actor pueda enseñar lo que desee y no pensar en preservar el contenido curricular, modificando la metodología de enseñanza.

Es comprobable en la actualidad, una naturalizada indiferencia por la lectura orientativa y prescriptiva de los diseños curriculares (sin generalizaciones), derivando en situaciones de aprendizaje ajenas a las orientaciones de los mismos, en cuanto a contenidos abordables en diferentes áreas curriculares. Y como bien lo expresa C. Cullen esta indiferencia anula la exterioridad que interpela, frente a necesidades concretas de los educandos, concretándose en falta de respuestas que afectan la formación como futuros docentes. Y si al decir del autor existe una «prudencia educativa» donde en Educación conviven políticas injustas o justas, acciones comunicativas, estrategias, poderes y deseos,  existe entonces la posibilidad de resolver éticamente (en todos los niveles de enseñanza) las tensiones que se constituyen en la idea de «justicia»; y donde entra en juego la igualdad, libertad, intereses, interpelaciones, orientaciones…. y todas aquellas tensiones constitutivas que expresen mejoras de buena calidad educativa como fin deseable, exigible, como identidad personal y social que se contituye.

El autor refiere a la ética en la dinámica de las Instituciones Educativas o de las políticas educativas, resaltando que tiene que ver con la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace….esta se verá facilitada en contextos institucionales democráticos y regidos por políticas educativas justas; si estas condiciones están dadas las motivaciones gozarán de una buena convivencia, pero si no se dieran o se dieran parcializadas (como dice suele suceder), sería más complejo establecer una ética donde tal vez los argumentos y razones presenten «resistencias» del contexto.

LLevado a un lenguaje más coloquial, y estando en total acuerdo con el autor, sería complejo que futuros docentes desarrollen o adquieran una ética docente, cuando el entorno no la promueve, derivado de contradicciones entre lo que se debería hacer, lo que se hace y lo que se dice. Relatos, discursos, y conceptos que se enseñan, que en ocasiones difieren de los hechos y actitudes que conforman el enfoque de la Institución y algunos actores que en ella intervienen.

Tratando de mantener la «prudencia» que propone el autor, y de estar abierta a otras alternativas de interpretación en cuanto a ética docente, al menos por ahora me resulta complejo percibir el porqué de estas contradicciones, no solo de las diversas comunidades educativas sino también de otras instancias jerárquicas, que provocan estas contradicciones, en post de una mejor y crítica calidad educativa.

«La ética precede a la ontología, y, por  lo mismo, a toda teoría del conocimiento y a todos los valores de la investigación. En este sentido quiero proponer una categoría, la de obstáculos éticos, precisamente para sostener estos valores, ligados a lo posible, al reconocimiento del deseo, lo público y a la prudencia metodológica, que pienso son los centrales en la investigación educativa.» C. Cullen 2009

El autor propone una actitud para las problemáticas educativas enunciadas, la de una resistencia inteligente: que tenga la capacidad de desnaturalizar ideas estereotipadas que percibimos inamovibles o inmutales ( obstáculos epistemológicos- Bachelard), pero que requiere de una resistencia responsable a los obstáculos éticos.

La resistencia inteligente implica para C. Cullen sacar la máscara a todas aquellas «naturalizaciones» que impiden  toda investigación educativa o crítica responsable: imaginar lo posible, aquellos corporativismos que impiden legitimar públicamente los resultados y procesos de una producción académica, y de todos los reduccionismos que imposibilitan descubrir razonablemente y metodologicamente prudentes toda investigación, que potencie la calidad educativa. Afirma que esta resistencia inteligente deberá ser responsable, por ser justamente vulnerable a la interpelación y crítica de la otredad, y porque además esta crítica debera ser bien recibida gozando de hospitalidad, y no generar rechazo.

La temática de la ética es un tanto sensible en cualquier profesión, es por ello que he tomado como referente a C. Cullen a modo de fundamentarlo desde un marco académico y no intuitivo.  El concepto de resistencia inteligente y la prudencia  son rasgos a  tener muy en cuenta en toda investigación educativa, como también al momento de poner en debate este tema; sin embargo creo que resulta pertinente no continuar naturalizando lo que nos parece inamovible, sino contribuir a reflexionar sobre este y cualquier  otro tema que potencie la Educación.

Tal vez si no hubiera referenciado a C. Cullen no hubiera sido tan prudente en escribir esta nota, es por eso que como docentes debemos todo el tiempo actualizarnos y leer para abrirnos a otras alternativas de expresión.

Les dejo una última cita del autor:

«Demasiado tiempo el campo educativo soportó la censura moralizante, y está bien el que hayamos despertado del sueño dogmático, pero ya tenemos demasiado tiempo de pretendida asepsia, en nombre de una universalidad abstracta o, simplemente, de un pensamiento único, que es siempre una censura política. Despertemos, entonces, también del sueño de un moneteísmo secularizado, o de un progreso excluyente, que pretende guardar celosamente     el monopolio de las buenas (y únicas) respuestas a los problemas educativos.»

Gracias por leerme.

Bibliografía

«Entrañas éticas de la identidad docente»- Carlos Cullen-2009- Edit. La Crujía

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Acerca de Ana María Sanchez 14 Articles
Profesora Artes Visuales, Licenciada en Educación UNQ- Posgrado en Educación y Tecnología FLACSO- Posgrado en Gestión Educativa FLACSO- En curso Maestría en Educación UNQ- En la actualidad: profesora generalista de cátedras: Fundamento de la Educación I- Didáctica de las Artes I- Práctica docente II y III año profesorado de Artes Visuales. Profesora de Arte en Secundario Superior - 6ª Años- Ntra. Sra. de Luján-LDZ

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