
La formación integral de los jóvenes supone la incorporación de conocimientos, habilidades y valores que les permitan participar, incidir y mejorar la vida de su grupo y su comunidad. En la Escuela Secundaria Nº 12 de Manuel B. Gonnet, desde el área de inglés, surgió la iniciativa de integrar el aprendizaje de lengua extranjera con un proyecto que promueva la solidaridad como un valor pedagógico. En el curso 5to 6ta nos propusimos tomar conciencia sobre la realidad de los adultos mayores y acercarnos a ellos. Planificamos una visita al Hogar Rukalaf, ubicado en la localidad de Villa Elisa, para compartir una mañana con los abuelos.
Cómo nos preparamos
El punto de partida fue un video de UNICEF que nos llevó a reflexionar: ¿Quiénes son los jóvenes de hoy? ¿Cuál es el rol de la juventud en estos días? ¿Qué se puede hacer desde el espacio propio para ayudar a otros?
Intercambiamos ideas sobre la generación de los jóvenes, que enfrenta inmensos desafíos a nivel global y local, pero que a la vez tiene la posibilidad de ser un motor impulsor de cambio en el futuro y en el presente.
Leímos artículos en inglés sobre la problemática de la tercera edad: las necesidades emocionales de la gente mayor, la importancia de la contención afectiva y la estimulación mental.
Vimos un video sobre un experimento social desarrollado en Australia, en el que los residentes de un hogar comparten un tiempo semanal con niños pequeños. El contacto entre las distintas generaciones beneficia a unos y a otros.
Nuestros objetivos
- Diseñar posters en español y en inglés para dar a conocer el proyecto en la escuela y sumar colaboración.
- Compilar fichas de estimulación cognitiva y armar cuadernillos de actividades.
- Hacer una colecta de útiles para armar kits de regalo.
- Organizar una lotería para jugar con los abuelos.
- Preparar canciones con instrumentos musicales.
La visita
Finalmente llegó la esperada mañana. Con abrigos, guitarras y mucha expectativa, caminamos las calles de Gonnet, tomamos el colectivo y nos dirigimos al hogar. Nos acompañaron los profesores María Laura Prieto y Andrés Colman.
Con mucha calidez, los encargados nos abrieron las puertas del lugar. Resulta difícil describir la vivencia en pocas palabras. La timidez inicial de las dos generaciones poco a poco se fue transformando en acercamiento, confianza, y aprecio mutuo. Hubo miradas profundas, charlas, sonrisas y hasta baile. Con ayuda de Carolina, la psicopedagoga, los abuelos nos sorprendieron con un poster donde escribieron dedicatorias y consejos para la vida, un regalo especial que forma parte del aula de 5º 6º.
Llega el momento de evaluar el proyecto. Se trató de una primera experiencia que generó aprendizajes de variada índole. Estamos en condiciones de identificar puntos de mejora, modificar y corregir para una próxima vez. El compromiso del grupo, el acompañamiento de directivos y colegas, y la apertura de los abuelos dan cuenta de que vale la pena incluir proyectos de voluntariado como elemento integral de las propuestas pedagógicas en la escuela. Lo que los jóvenes hagan cuando sean adultos dependerá, en gran parte, de cómo piensen y actúen hoy. Como docentes, tenemos en nuestras manos la oportunidad de abrir caminos de acción para que logren transformaciones positivas en la sociedad en las que hoy les toca vivir.
Laura Rodríguez. Docente de inglés en la E.E.S. Nº 12
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