1.Ema: ¿Son los sindicatos docentes impermeables a los cambios que se manifiestan en educativamente en nuestra sociedad?
Los sindicatos creen a veces que la mejor manera de defender los derechos de los docentes es sostener el statu quo. Se pueden equivocar. Porque algo importante para construir la autoridad social de la escuela y de los docentes, es generar los cambios que la sociedad espera. Tengo la experiencia de haber propiciado cambios que fueron denostados en un primer momento y que poco después tuvieron el apoyo de los mismos sindicatos, porque fueron en beneficio de las instituciones y de sus docentes. Hace unos años hicimos algunos cambios en la currícula del secundario, yo era entonces Directora General de Escuelas. Tuve mucha resistencia del sindicato, incluso me rompieron el auto y otras cosas. Años después, gente del sindicato admitió que los cambios habían sido positivos. Aunque hubieran tenido oportunidad de eliminarlas, los gobiernos posteriores de signo contrario afirmaron nuestras modificaciones.
2. En los tiempos que corren donde todo es ya y para ayer, ¿cómo logramos conformar una pedagogía moderna que se sostenga en el tiempo más allá de los gobiernos?
Creo que hay ciertas bases pedagógicas, que se pueden sostener en el tiempo. Y tienen que ver con la sabiduría de muchos maestros. También hay normas que se basan en una pedagogía muy actualizada que podrían generar las bases para la mejora del sistema educativo.
Por ello, creo que la respuesta a la pregunta está en el cumplimiento de las leyes. Pueden cambiar las teorías pedagógicas pero no deberían cambiar determinadas metas marcadas por las leyes, y hacer el intento colectivo de cumplirlas. La ley de los 180 días, la de financiamiento educativo, la Ley Nacional, fueron promulgadas hace más de una década. Si algunas de las metas planteadas en esas normas se hubieran cumplido, estaríamos en una situación mucho mejor en materia educativa y también hubiéramos generado una escuela más moderna. Y esto hubiera favorecido especialmente a los sectores con mayor vulnerabilidad, que son los que más necesitan de un sistema educativo fuerte.
3. Por último le pido una frase para usted o comentario sobre la educación que le hay impactado últimamente. O si tiene algún proyecto educativo que nos quiera aportar para beneficio de todos.
Creo que la Argentina tiene un problema enorme que es la pobreza con desigualdad. Esa situación gravísima, que afecta principalmente a la niñez y adolescencia, no tiene el lugar que corresponde en la agenda pública ni en el mundo académico. Desde esa perspectiva es que me parece importante que desde las universidades y desde la educación superior se generen proyectos que apoyen a las escuelas de la educación obligatoria, para que puedan mejorar los aprendizajes de sus estudiantes.
Una de las pocas luchas contra la pobreza se puede dar desde las escuelas con aprendizajes de calidad. Por lo tanto, una prioridad hoy consiste en generar desde la Educación Superior un buen sistema de apoyo a escuelas que además de cumplir con el artículo 72 de la LEN 26206, les haga sentir a las instituciones escolares que no están solas en su tarea, que sus objetivos de mejora son también objetivos de la Educación Superior.
A veces leo las temáticas de algunas investigaciones académicas de Universidades de gestión pública y compruebo lo alejada que están de la agenda de necesidades de una Argentina con la mitad de los niños en situación de pobreza. Me parece una locura, porque en el contexto de un Estado que también es pobre, la asignación de recursos debería focalizarse a resolver los problemas más acuciantes. En eso la Educación Superior de gestión estatal (incluidas universidades e instituciones del nivel) tendrían mucho para aportar.
Gracias Lic. Emma Cunietti. Perfil ejerció funciones de los Ministerios de Desarrollo Social y Educación en la Provincia de Mendoza. En Edución fue Coordinadora de Educación Superior de la DGE. Subsecretaria de Planeamiento y Evaluación de la Calidad Educativa en Mendoza.
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