
Se alcara que esta nota saldrá en varias notas, todos los 27 de cada mes hasta completa el libro Max Aguirre Cárdenas
La versión oficial costeña de la primera bandera del Perú Para la historiografía de la independencia peruana oficial, casi se ha convertido en un artículo de fe la aserción de que la primera bandera del Perú (que incluye inseparablemente al escudo y a la escarapela nacionales), fue la creada por el Libertador don José de San Martín en la localidad de Pisco, la misma que fue legalizada por decreto dado también en Pisco el 21 de octubre de 1820, uriosamente a través de una norma efímera que fue, en la práctica, válida solamente para los expedicionarios del Ejército Libertador de los Andes que habían arribado a Paracas desde Chile y los peruanos que se habían incorporado
a la revolución independentista como protegidos del poder sanmartiniano (patriotas), pero no válida para el poder virreinal y sus partidarios que todavía se sostenían en Lima y en las demás circunscripciones provinciales realistas). La norma en mención decía:
“EL EXCMO Sr. DON JOSE DE SAN MARTIN, CAPITAN GENERAL y en Jefe del Ejército Libertador del Perú, Gran Oficial de la Legión de Mérito de Chile) Por cuanto es incompatible con la independencia del Perú la conservación de los símbolos que recuerdan al dilatado tiempo de su opresión. Por tanto, he venido en decretar y decreto lo siguiente.
1.- Se adoptará por bandera nacional del país una de seda, o lienzo, de ocho pies de largo, y seis de ancho, dividida por líneas diagonales de cuatro campos, blancos los dos delos extremos superior e inferior, y encarnados los laterales; con una corona de laurel ovalada, y dentro de ella un Sol, saliendo por detrás de sierras escarpadas que se elevan sobre un mar tranquilo. El escudo puede ser pintado, o bordado, pero conservando cada objeto sus colores: a saber, la corona de laurel ha de ser verde, y atada en la parte inferior con una cinta de color de oro; azul la parte superior que representa el firmamento; amarillo el Sol con sus rayos; las montañas de un color pardo obscuro, y el mar entre azul y verde.
2.- Todos los habitantes de las Provincias del Perú que están bajo la protección del ejército Libertador usarán como escarapela nacional, una bicolor de blanco y encarnado: el 1° en la parte inferior y el 2° en la superior.
3.- Lo dispuesto en los dos artículos anteriores sólo tendrá fuerza y vigor, hasta que se establezca en el Perú un Gobierno General por la voluntad libre de sus habitantes. Dado en el Cuartel General del Ejército Libertador del Perú en Pisco a 21 de Octubre de 1820. 1°- José de San Martín.- Juan García del Río. (Fuente: Gaceta del Gobierno de Lima Independiente. Número 14 del Sábado 25 de Agosto de 1821, o CDIP: Símbolos de la Patria, Tomo X, 1974: 3).
Como habrá advertido el lector, el año 1820, y no 1821, se convierte desde este decreto, como fecha clave para establecer la cronología del proceso de nuestra independencia (en los documentos se habla de 1°, 2° o 3° año de nuestra independencia, y así sucesivamente. Lo había hecho antes Pumacahua al oficiar al subdelegado de Tacna el 24 de noviembre de 1814, exhortándole plegarse al movimiento de los Angulo, oficio en el que habla también de “año Primero de la Libertad Peruana” (CDIP, Tomo III, vol. 7°, 1974: 382). Mil ochocientos veinte, se convierte ácticamente en el hito jurídico (la piedra angular) que sustenta las posteriores normas de la República, pero, por lo menos hasta diciembre de 1824, no estrictamente como una nación-estado (para los realistas la acción era una
rebelión, una insurrección, o una sedición contra la autoridad monárquica legítimamente instituida; para los patriotas: una revocatoria de los falsos derechos de un usurpador o de un invasor exranjero). Aún más: Mil chocientos veinte, representa simbólicamente la identidad en ciernes de la nación peruana que hasta ese momento estaba fundida espiritualmente a la nación hispanoamericana y como prescribía el Art. 1° de la Constitución Política de la Monarquía Española yuxtapuesta también a la nación española como una identidad postiza impuesta a la fuerza. Hasta poco antes, el símbolo común que identificaba a los americanos era la bandera roja y gualda de la monarquía española (que nos hacía percibir a España como a nuestra Madre Patria) que luego fue convirtiéndose en una enseña hispanoamericana albiceleste o albi-azul cielo, merced al prócer Manuel Belgrano con la que combatieron en el Alto Perú y Tacna, y luego con San Martín en Chacabuco, Cancha Rayada y Maipú. Poco más tarde, una conjunción del Ejército de los Andes, el Ejército Libertador de Chile y algunos peruanos, emprendieron desde Valparaíso la expedición libertadora del Perú, con la mira puesta en Lima, sede del poder español.
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