A los docentes de aula: ¿Quién nos cuida? ¿Actualmente no sienten miedo o alarma por la situación de violencia con la que los alumnos se dirigen a ustedes? Los docentes cada vez más sufrimos violencia y esto se está minimizando. Es malo trabajar educando desde el miedo. La escuela hoy ocupa un lugar mayor que en el pasado en la vida social, no solo por el aumento de los años de escolaridad y la creciente expansión de la cobertura del sistema educativo. La escuela muy a pesar de las políticas debe estar en todo, es más, lo debe resolver TODO y son los docentes de aula que lo deben gestionar, hacer, cumplir porque según se dice es nuestra obligación.
Heinz Bude escribe sobre “la sociedad del miedo” basándose en la experiencia común, debido a que la sociedad del miedo está marcada por la incertidumbre, porque tiene una rabia contenida acompañada por la amargura como táctica, no solo en las relaciones interpersonales y laborales, sino que este malestar social también se incorpora en la política y en la economía.
Muchos de nosotros hemos tenido grupos realmente muy complicados de gestionar en el aula, un pequeño laboratorio de nos que sucede en la sociedad. Hay grupos de alumnos que se han convertido en una auténtica pesadilla y donde la palabra enseñar en ocasiones se queda en un segundo plano. Muchas veces a los docentes nos ponen en árbitros de las situaciones que no se revuelven en sus casas. En las casas se vive con violencia y la traen a la escuela. A los docentes no se los escucha.
Los docentes reclamamos más allá de la puja salarial, porque existen otras preocupaciones sobre una problemática que debe ser resuelta urgente: la violencia en las escuelas. Actualmente, se dan muchos casos de agresión, violencia e intimidación desde los padres hacia los docentes, parece que el en el mundo actual todo se revuelve desde el discurso debemos actuar violento, así se logra razonar como premisa.
Los discursos generales hacia la labor docente son desde el descrédito. Solo hay actas y medidas reparatorias, en mi opinión, no veo que ayuden a frenar la escalada de violencia que se vive a diario en las aulas.
Los padres necesitamos a los profesores, los profesores a nosotros y nuestros hijos a ambos. Docentes y padres puedan unir fuerzas en beneficio de nuestros jóvenes. Es una que necesitamos padres que tengan cierta capacidad autocrítica, que estén muy abiertos a la mirada ajena, que amen a sus hijos, pero no cierren filas incondicional e hiperprotectores, que tengan una confianza básica en el sistema educativo completa porque la exposición del miedo como principio para enseñar condiciona la naturaleza humana y, sobre todo, la organización social.
El miedo es una emoción muy primitiva que nos sirve para sobrevivir. Miedo a tomar la decisión equivocada, por ejmplo. Tanto en el ámbito de las tareas cotidianas de la escuela como en otros espacios fuera de ella. Es la experimentación, demasiado frecuente, de que el error es condenado por los poseedores de la verdad absoluta y del que hay que salir urgentemente.
La violencia está basada en la desigualdad y el abuso de poder. Es un comportamiento culturalmente aprendido. Distintos episodios de carácter violento vienen afectando de un tiempo a esta parte la vida escolar en todo el mundo, los humanos salimos peor luego de la pandemia porque antes estábamos mal, solo crecimos en la violencia. El docente teme ser increpado o enfrentar consecuencias legales en caso de responder a las provocaciones.
Se perdió el respeto por el que piensa distinto, es más en Argentina es una tragedia, las conductas en desacuerdos siempre terminan en violencia.
La autoridad se asocia al tema del orden y esto no es ser autoritario o represor. Tanto en una familia como en una empresa o en una escuela debe haber reglas comunes. En la sociedad argentina prima el desorden, donde no hay reglas y ese es un indicador de debilidad de la institución escuela, puesto que es la caja de resonancia de la sociedad.
Los docentes están siendo golpeados y humillados. ¿Los mismos padres quieren a sus hijos ignorantes y violentos? La mayoría de los padres cuando van al colegio no van a dialogar, van a presionar, insultar y ahora van a pegar.
A toda la sociedad permitan que los docentes enseñemos y ustedes como padres permitan que sus hijos vayan a aprender, queremos lo mejor. Cuando el grupo en este caso los docentes no reaccionamos se naturaliza al violento y nos volvemos bestias.
Me pregunto: ¿A dónde hubiesen llegado todos ellos sin los docentes?
Nota replicada en : https://www.infobae.com/educacion/2024/05/12/crece-la-preocupacion-por-las-apuestas-online-en-adolescentes-que-puede-hacer-la-escuela/
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