Cangallo, mucho más que una calle

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José de San Martín.
José de San Martín.

En octubre de 1820 San Martín ordena la primera Campaña a la Sierra, en la expedición al Perú. Esta campaña tenía por objetivo insurreccionar a las poblaciones del interior peruano contra los realistas y proveerse de recursos humanos y materiales.
Esta expedición, que constaba de 1240 hombres, estaba al mando de Alvarez de Arenales ( español de nacimiento y héroe de la guerra de las republiquetas), a quien secundaban Lavalle, Manuel Rojas y Federico Brandsen
Luego de derrotar a los realistas en Nazca, Jauja y Tarma, los patriotas se adueñaron del valle del Río Grande.
Enterado el virrey de estas maniobras, envió un ejército que fué derrotado en Pasco. Luego de esta batalla, varios oficiales realistas y tropa, se pasaron a las filas patriotas.
El general español Ricafort, reforzado con soldados procedentes de Cuzco marchó hacia Huamanga y allí fué atacado por los indígenas del lugar que, armados con hondas y macanas pelearon bravamente contra los realistas, pero fueron derrotados.
Los indios que cayeron en manos de Ricafort fueron acuchillados y los sobrevivientes, se refugiaron en la población de Cangallo, con la esperanza de resistir hasta que llegaran los patriotas.( noviembre de 1820). Ricafort con 600 soldados atacó la villa. Los indios, que solo tenían piedras para defenderse, fueron sacrificados atrozmente y la villa de Cangallo fué saqueada y destruída completamente.
Posteriormente los realistas marcharon hacia Huamanga y se encontraron con una pequeña partida patriota al mando del Comandante Bermúdez y el mayor Aldao, quienes habían insurreccionado a 5000 naturales, que habían decidido enfrentar a los españoles y vengar las muertes de Cangallo
El 29 de diciembre de 1820 tuvo lugar un sangriento combate entre 1300 hombres de Ricafort y los naturales comandados por los patriotas, que fueron derrotados completamente y obligados a retirarse hacia Jauja. » Ricafort , luego de esto, dispersó a la indiada, rodeó el pueblo de Cangallo y pasó a cuchillo a más de quinientos hombres indefensos, realizando una vez más, una verdadera carnicería»
El mayor Aldao se quedó en la zona, desobedeciendo las órdenes de Arenales y reorganizó a los naturales, asumiendo el liderazgo de la insurrección en el valle de Jauja, hostigando permanentemente a los españoles hasta que obligó a Ricafort a abandonar la zona, y mantuvo vivo el espíritu revolucionario en la zona.
Luego las operaciones de la Sierra se desplazaron hacia la costa , por lo que la zona se mantuvo en relativa calma.
Para organizar nuevamente la revolución, San Martín ordenó la creación de un ejército popular de reserva, nombrando comandante del mismo al coronel Agustín Gamarra, que se había pasado a las filas patriotas luego de combatir para los realistas.
Este ejército se plegó a las tropas de Arenales en su segunda campaña a la Sierra ( abril de 1821) pero cuando las tropas patriotas se retiraron hacia la costa, los aborígenes no quisieron salir de su hábitat natural, por lo que desertaron. Los realistas ocuparon sin resistencia el valle en mayo de 1821.
El 7 de diciembre de 1821 se sublevaron por tercera vez los patriotas y la población indígena de Cangallo. Los patriotas y los habitantes de la localidad fueron masacrados y el pueblo arrasado por el general Carratalá quien prohibió cualquier edificación » en el terreno que ocupaba el infame pueblo de Cangallo».
Al finalizar ese año, los realistas se hicieron dueños de la sierra. A los efectos de mantener la revolución en el lugar, San Martín envió al valle de Ica, una expedición al mando de Domingo Tristán , que fué derrotada por los realistas.
Luego del retiro del Gran Capitán , Gamarra fué destinado por Arenales a Tacna. Después de la batalla de Ayacucho, avanzó hasta Oruro (Bolivia) y allí se le unieron 600 naturales que al mando de José Miguel Lanza , habían mantenido desde 1810, la guerra de guerrillas contra los españoles en el Alto Perú.
La caída del imperio estaba decretada. La rebelión de Cangallo, no fué un hecho aislado ya que, desde los levantamientos de Chuquisaca y La paz ( en 1809) los naturales del Alto Perú ( hoy Bolivia) y en algunas partes del bajo Perú (hoy Perú) al mando del cura Ildefonso Muñecas, Juana Azurduy, Manuel Aniceto Padilla, Vicente Camargo, Ignacio Warnes, Baltasar Cárdenas y Jacinto Cueto, mantuvieron hasta 1823 la » guerra de las Republiquetas » contra los realistas, privándolos así, de importantes núcleos de tropas que les hubieran permitido o avanzar hacia la Argentina, o repeler la invasión sanmartiniana al Perú.
Los únicos jefes sobrevivientes de esta guerra fueron el caudillo Lanza, el general Arenales y el capitán Manuel Rojas.
Poco tiempo después, Bolivia era recuperada para los patriotas por el Mariscal Sucre y más tarde se declaraba independiente de las provincias Unidas del Río de la Plata (1825)

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Acerca de Julio Ruiz 58 Articles
Profesor de Historia. Colegio Cervantes y Jesús Sacramentado de Bolívar, Argentina. Ex Intendente de la Ciudad de Bolívar en la Provincia de Buenos Aires, Argentina en el período 1987-1991. Abogado. Integrante de la Asociasón San Martiniana en su caracter de presidente. Columnista en el Diario La Mañana. Obras Históricas entre otras: Blandengues, “La Odisea”, “Historias que hicieron cuentos”, “Paginas de una historia olvidada”. “Hubo un tiempo que fue Hermoso”una creación colectiva de ex alumnos, Bachilleres de la promoción 1972 del Colegio Nacional de Bolivar (Bs As). Los Negritos de San Martín. “La historia, un cuento y un libro”

4 Comments

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