
Dedicado a mí esposa, Cristina y a mis hijos: Soledad, Nicolás, Rocío, Sebastián y Matías. A mis nietos: Antonella e Iván.
En memoria de quienes me honraron con su amistad y no cejaron en su esfuerzo para que no abandonara la Historia: Francisco Ravassi, Eduardo Marquez Llano y Juan Carlos Cisneros.
INTRODUCCION
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, fue un hombre. Pero, uno de esos hombres especiales que trascienden la época que les tocó vivir, no solo por lo que hizo sino por cómo lo hizo y cómo vivió.
Belgrano no solo debe figurar en los libros, ser respetado y recordado por crear la escarapela Nacional y la Bandera Patria. Poco honor haríamos a su sacrificio si limitáramos sus méritos a estos hechos, importantes por cierto, pero no los únicos importantes.
Y, muchas veces nuestra nacionalidad no termina de forjarse porque no se adquiere una cabal conciencia de los valores fundamentales que sirvieron para forjar al Estado, para hacer nuestra historia, tal vez porque fallamos al enseñar.
Podremos construir verdaderamente una Nación cuando también, valoremos a las personas no solo por sus hechos, no solo por los resultados sino por las conductas, por los esfuerzos. Este es el Valor Fundamental que se debe tener en cuenta en la construcción de las grandes naciones.
Y Manuel Belgrano, en esto es un verdadero ejemplo, digno de imitar: el esfuerzo, la convicción, la tenacidad que tuvo para construir una Patria, pero todo ello con Virtud, con valores éticos que le dieron razón de ser al esfuerzo.
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