Bandera de Cangallo. Perú

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Interpretación heráldica:
El huaman o halcón: Ave provincial predominante. Banda roja ovoide: Reconocimiento de San Martín.
Tercio superior: El sol inca y los Andes. Tercio medio: El río Pampas. Tercio inferior: Las pampas de Cangallo.
Exergo: Colores de la bandera y la fecha de la primera jura de la independencia del Perú.

Escudo de Cangallo
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1 Este tema, es decir el del emblema de la revolución hispanoamericana, y en especial lo relativo a la bandera cangallina, lo he abordado en mi librito “Los Fundamentos Históricos del Sistema Simbólico Identitario de la Heroica Provincia de Santa Rosa de Cangallo” (Publigraf. Ayacucho 2013). Pero al redactar mi último trabajo “El Título de Heroica Provincia de Santa Rosa de Cangallo”, publicado en mi blog “EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO”, que se accede a través de la dirección: griegomax.blogspot.com, cuya síntesis la han publicado los editores de la revista “Ayacucho-Parinacochas-Pacapausa” de febrero de 2021, bajo el título de “La honra de ser heroica provincia de Santa Rosa de Cangallo”, hemos percibido la necesidad de que era el momento de enlazarlo ambos temas en un DOCUMENTO DE TRABAJO, ensayando brevemente un examen hermenéutico que nos permita una mejor comprensión del gran ciclo independentista
latinoamericano impulsado por las Provincias Unidas del Río de la Plata, que incluyó como marco general a los ciclos independentistas de muchos pueblos, pero, en especial de los ciclos chileno, peruano, cuzqueño y huamanguino, empero en relaciones de coordinación para el mutuo beneficio, y no de concesión, menos de generación ideológica (los términos quechuas “minka” (“deberes colectivos mutuos”) y “ayni” (reciprocidad) traducen mejor nuestro pensamiento).
2 A nuestro juicio, desde el cambio del diseño de la bandera nacional que se operó apenas se marchó El Libertador, se descubre la veleidad peruana adicta a la arbitrariedad como una suerte de maldición de nuestro ser nacional. Así como endiosamos a Bolívar hasta la idolatría, más tarde terminamos con él en una guerra de odios tóxicos (que incluyó la respuesta bolivariana de la pérdida del Alto Perú y Guayaquil en contraposición paradójica a sus sueños de fundar una
República Hispanoamericana). En efecto, la bella bandera de San Martín fue mutada, primero por sus detractores gratuitos, y luego a gusto del político de moda (el cambio inaugural se hizo argumentando de que era muy difícil su confección). Y hasta imaginamos que su ostracismo decidido después de su cita con Bolívar en Guayaquil, fue no solamente porque le acusaban de querer hacerse Rey del Perú, sino porque los Pruvonena (léase enemigos) aprovecharon su ausencia para expulsar a su mejor apoyo: el utilísimo Monteagudo, y porque poco antes habían intentado asesinarlo según una noticia que circuló en Lima. Escasas ideas suyas –sobre todo las de gran valor simbólico- fueron bien vistas: Consecuente con el considerando de su primer decreto sobre la bandera peruana, él quería que Trujillo no sea una ciudad que recuerde el nombre de la cuna española del invasor Francisco Pizarro; que la Plaza Mayor de Lima se llame Plaza de la Libertad; que Magdalena se cambie al de Pueblo Libre; que la Orden del Sol sea el símbolo que caracterice el patriotismo peruano; que Lima no debía llamarse Ciudad de los Reyes sino Ciudad de los Libres, etc. etc. A ello lo hemos llamado “gratitud a la peruana” como ha ocurrido en los centenarios y en los, sesquicentenarios, y ocurrirá ahora en el bicentenario de la independencia con la provincia de Cangallo: la tierra de los morochucos: patriotas que dieron todo por el Perú: desde miles de sus vidas y recursos materiales durante más de catorce años de guerra, hasta casi extinguir su “raza”. Ahora supervive extenuada por la pobreza extrema, olvidada por la Patria que siempre los buscaba toda vez que el peligro asomaba. 3 Esta es la razón por la que en la actual ciudad de Rosario, se ha erigido el Monumento Histórico Nacional a la Bandera asentado en el Parque Nacional a la Bandera. Se dice que el discurso de Belgrano fue: “¡Soldados de la Patria! En este punto hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional que ha designado nuestro Excmo. Gobierno: en aquel, la batería de la  ndependencia nuestras armas aumentaran las suyas; juremos vencer a nuestros enemigos interiores y exteriores,
y la América del Sur será el templo de la Independencia y de la Libertad. En fe de que así lo juráis, decid conmigo   ¡Viva la Patria!

4 La disparidad de los colores que se usaron en el diseño de los emblemas que intentaron reproducir los originales propuestos por Belgrano fue algo tan real, pues, antes de que el Congreso de Tucumán los definiese por los actuales colores de la enseña rioplatense que, reitero, fueron los de la revolución hispanoamericana, enfrentaba dificultades para conseguir en las distintas localidades las telas de seda con los colores precisos, y entonces algunos bordadores o costureros optaban por adoptar el añil o índigo, otros el azul cielo y algunos por el celeste (le pasó, por ejemplo, con la tela de seda y el color preciso que buscaban las damas cuyanas y la esposa de San Martín que deseaban plasmar en la tela las indicaciones de San Martín, recibidas a su vez de Manuel Belgrano). La interpretación heráldica de los mismos recogió estos problemas y se dijo que las primeras banderas fueron una evocación a los colores de la casa de los borbones, por el tema del enmascaramiento de la verdad; otros de la Virgen de la Inmaculada Concepción, y otros más: que era la representación del cielo azul y las nives de los Andes latinoamericanos (Ver Ricardo Rojas, “El Santo de la Espada, 1978:149), y finalmente los colores de la primera vestimenta de la Virgen de las Mercedes. Cuando se incorporó el escudo respectivo, asimismo enfrentaron el mismo problema con la representación del astro rey: algunos -como el mismo Belgrano- opinó de que era la representación de la americanidad a través del sol inca y otros como el sol de la revolución de mayo; lo cierto es que la idea de poner un sol en el escudo fue precisada por la imagen del astro rey acuñada en la moneda por un orfebre peruano (Ver también las letras del primer himno nacional argentino y su referencia a la matriz peruana de lo indoamericano: “se conmueven del Inca las tumbas, y en sus huesos revive el ardor; lo que ve renovando a sus hijos; de la Patria el antiguo esplendor”).
5 La Vexicología es –como anotamos en alguna parte de este artículo- una disciplina auxiliar de la historia que tiene por objeto el estudio de las banderas. Del mismo modo, la Heráldica es otra disciplina dedicada a estudiar los escudos.

Cangallo, 9 de febrero de 2021.

Epílogo de gratitud.- Este artículo, que formará parte de mi último libro en preparación “EL CICLO INDEPENDENTISTA HUAMANGUINO” y hoy tiene todavía la contextura perfectible de un Documento de Trabajo, está dedicado a los mecenas cangallinos y cangallinistas Domingo Huaytalla Llallahui, Jorge Washington Cárdenas Sáez, Julio Vicuña García y Maricela Chávez Falconí.

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Acerca de Max Aguirre Cárdenas 18 Articles
Aguirre Cárdenas, es Doctor en Letras y Ciencias Humanas, graduado en la Universidad Nacional San Antonio Abad en Cusco, la antigua capital del Imperio Inca. Es Licenciado en Educación y actualmente dedica su tiempo a la investigación de la historia regional peruana. Libro “Etnicidad e Historia de la Independencia del Perú en Huamanga. Etnicidad e Historia de la Independencia del Perú en Huamanga«, revela la contribución y las acciones heroicas de centenares de hijos de la Villa de San Pedro de Hualla, en la Independencia del Perú, encabezados por Pedro Tomayro, Tomás Yanqe, Tomás Vílchez y Miguel Yupanki. En otro capítulo, el autor, enfoca con amplitud al héroe mítico andino “Hualla”.Este trabajo será patrocinado por el prestigiado Club Departamental de Huamanga que preside el General PNP (r) Jorge Washington Cárdenas Saez.2008 “Ayacucho: Vilcashuamán y Cangallo”. (Gloria y Ocaso de una heroica región andina). Servicios Múltiples EIRL. Lima. 2012 “Cangallo: Cuna de la primera jura de la independencia en el Perú” y “Crisálidas Líricas”. Ed. Servigrafic. EIRL. Lima. 2013 “Los fundamentos históricos del sistema simbólico identitario de la heroica provincia de Santa Rosa de Cangallo”. Imp. Multigraf. Ayacucho. 2014 “El Ciclo Independentista Huamanguino”. “Cangallo y la primera jura de la independencia del Perú”. Imp. DSG Vargas S.R.L. Dircetur. Ayacucho. La Revolución de los Morochucos y la Batalla de Ayacucho. Errores y Silencios. Imp. A&C Soluciones Gráficas de Andy C. Garcia León. Lima, Perú. En su juventud lanzó su primer poemario, “Poesía sin lectores es angelario sin ángeles u océano sin navegantes”, escribió en su segundo poemario “Para Naturalia”, dedicado a su Alma Mater (Cusco, 1995).

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