En la atención educativa debe incorporarse distintos procedimientos para abordar la condición de los estudiantes que asisten a cada una de las escuelas en relación con su talento y su área de mayor interés, es lo lógico y lo que aún se establece en nuestras leyes. A continuación, se anexa la descripción que realiza Ramón José un niño de 10 años edad, que para aquel momento decidió compartir este escrito sobre lo que él espera del sistema educativo; hoy, algunos años después, luego de la activación de dos procesos correspondientes a la aceleración educativa, vemos como el sistema insiste en que los repita, es decir, la posible anulación de los años avanzados, ¿Cómo le llamaríamos?…
Los niños cuando entramos en la primaria somos como esponjitas, todo absolutamente todo lo aprendemos. A veces pensamos que los adultos hacen todo correctamente, así como que lo saben todo o quizá son simplemente perfectos y por eso tratamos de imitarlos. Con el tiempo nos damos cuenta que también tienen sus fallas. Así que maestros si un niño le pregunta algo que no sepas, no temas decirle que no. Ustedes también se equivocan.
Bueno, es de resaltar que cada profesor debe exigir porque eso es también educar y en algunas escuelas los niños pasan la mayor parte del día con ellos. Por esa razón los maestros se convierten en sus segundos padres. Por lo que considero que, si pasamos la mayor parte del día con ellos, debemos aprovecharlo. Digamos que su hijo se levanta a las 7a.m. para ir a la escuela, las clases comienzan a las 8 a.m. y el niño permanece hasta las 4 p.m. eso representa 8 horas en clase y en la casa 1 hora por la mañana. Supongamos que se acuesta a las 10 p.m. de 4 p.m. a 10p.m. son 6 horas en casa, que totaliza 7 horas, mientras en clase son 8 horas. Si vamos a la escuela de lunes a viernes son 5 días a la semana, es decir 40 horas. Al mes 160 horas y asistimos durante 9 meses, es decir 1440 horas al año. Lo que se traduce en 8640 horas durante la primaria (del 1ero al 6to grado) y como cada hora tiene 3600 segundos tenemos 29.824.000 segundos, que se deben aprovechar.
Ahora, la pregunta es ¿Qué espero de la educación?, que a los estudiantes se les eduque integralmente, que se oriente la socialización con otros niños. Claro, para ello hay que enseñar valores, como la solidaridad, el respeto, la tolerancia, la justicia.
Respecto al desarrollo intelectual en la escuela, no solo debe enseñarse a leer y escribir; que es lo que al final terminamos aprendiendo. Sino también ciencias entre ellas matemática y por supuesto el desarrollo tecnológico. Identificar las fortalezas y las debilidades de los estudiantes para reforzarlas y corregirlas, respectivamente.
El sistema educativo debería tener profesionales orientados a identificar los talentos de los niños que asisten a la escuela. Así el niño que tiene oído musical asistiría como parte de su horario a la clase de música, el talento en matemática o lengua el especialista en cada una de estas áreas y así sucesivamente en cada una de las artes y de las ciencias, de esta manera se alienta a los niños a seguir adelante y pasamos a otra fase de la educación más enriquecedora para cada niño y también para la sociedad. (Ramón José, niño de 10 años. Mérida, Venezuela).
Normalmente, la carrera por la atención educativa se hace en suelo empedrado y empinado, muy pocos llegan a la cumbre. Bajo esa perspectiva metafórica, es conveniente resaltar que la atención a estudiantes con altas capacidades se concreta con el apoyo curricular y extraescolar, de tal manera que se le estimula y valora sus capacidades sin excluirlo del ambiente educativo. En otras palabras, consiste en realizar ajustes curriculares individualizados que causan gran interés, motivación y bienestar emocional. Por tanto, las medidas que se aplican deben estar debidamente sustentadas y con el respectivo plan de trabajo.
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