Que la juventud es la representación de la primavera nadie lo duda, pero… ¿Qué está pasando con ella y el flagelo de la droga? porque se ve que hay autoridades que están mirando para otro lado y no podemos mirar para otro lado: hay cosas que no son “normales” como se lo quiere demostrar y una de ellas es el tema de la droga.
No es un tema liviano para nadie y tampoco es un tema de un gobierno; tiene que ser un tema de estado en Argentina. Actualmente no hay una política sensata desde el gobierno que atienda esta situación. Se tiene que gobernar para generaciones y no para elecciones, pero hace años que esto no sucede.
La pre-adolescencia y adolescencia son etapas de fuertes cambios físicos y psíquicos que comportan emociones diversas para los jóvenes; probar que se puede, que “somos grandes y nos sabemos todo” y “que eso a mí no me va a pasar” son premisas que los adultos tenemos que tener presentes cuando las escuchamos, estar alertas para poder ayudarlos y acompañarlos en esta etapa
de sus vidas.
Los jóvenes necesitan ayuda en las condiciones que se está presentando el mundo para ellos.
Vivimos en una cultura en que la droga camina, respira, come y duerme con nosotros, desde la mañana cuando tomamos el desayuno y arrancamos con algunas pociones mágicas para empezar a soportar el día, pasando por unas gotitas para pasar la comida, hasta la noche, en que ya en nuestras casas para dormir tranquilos tomamos unas pastillitas para conciliar nuestro sueño.
Las propagandas nos dicen que si quieres rendir más tenemos que tomar una aspirina y listo; pero ahí no termina el incentivo neuronal mágico, en la siguiente propaganda se nos presenta una linda fiesta con un energizante y cerveza acompañado con una linda chica u chico y eso no nos podemos perderlo, no debemos; hay que hacer la previa, hay que aguantar para tener éxito. Y como se logra esto con pastillitas y brebajes mágicos.
Estamos utilizando diferentes sustancias, que afectan sobre todo el Sistema Nervioso Central, para enfrentar estas peripecias y disfrute del diario vivir.
Nuestra sociedad de consumo ofrece a la droga como un recurso de bienestar que se utiliza para aliviar quizás un presente doloroso sin un horizonte plenamente feliz. Pero no somos capaces de ver que nosotros podemos lograr todo en nuestra vida con el solo hecho de vivir sanamente y esforzarnos. Siempre depende de nosotros.
El adolescente, teniendo a la libertad como mascaron de proa, termina siendo esclavo de una sustancia o sustancias que concede la ilusión de solucionar él o los problemas inmediatamente, quedando de esta manera atrapados en la imposibilidad de un proyecto de vida llevándolo esto a la marginación.
Una cosa hay que tener claro, vivir no es tarea fácil para nadie, hay que aprender, reflexionar, trabajar, ser feliz, llorar. Todo se resume en tan solo en que hay que vivir sanamente y más para los adolescentes que están conociendo un mundo del cual mañana tomaran decisiones, mandaran, ordenaran, serán profesionales, padres, etc. Hay que hacerse responsable por eso hay que aprender a llevar los problemas.
Me pregunto qué significa, consumo social, frases como “fulanos solo consume socialmente” yo “ya Salí”, “ya me cure”, sabiendo que esto no se cura se recupera, no debemos aceptarlo es una persona enferma y punto. Eso es.
No debemos divulgar y aceptar estas situaciones, no debemos a acostumbrarnos a frases u hechos como estos, porque actualmente si
aceptamos esto todo se ve una deformación de lo que está bien o mal; se degenera, nadie ve que cada vez más jóvenes y a edad más temprana están enfermos, que alumnos están como zombis a causa de este flagelo, que se están enfermando.
El paco y el pegamento, las llamadas “drogas baratas”, siguen estando relacionadas, con ¿las clases sociales más bajas? La preocupación sobre los niveles de utilización de drogas sintéticas tales como “éxtasis” en las famosas entre los Creamfields en los jóvenes de América del Sur continúa en crecimiento, con una prevalencia del uso de estimulantes (cocaína, anfetaminas) entre los jóvenes, sobre todo en la Argentina, Chile, Colombia y Uruguay según en el reporte mundial de drogas 2012 de la ONU”,
El consumo de drogas se triplicó entre adolescentes de los secundarios según datos de un dudoso funcional Sedronar “en 2011, 12 por ciento de los estudiantes de entre 13 y 17 años probaron por lo menos una vez estupefacientes, en especial, picadura de marihuana”. Por lo tanto es un problema emergente.
¿Dónde están los padres? Cuando sus hijos no vienen a dormir y así como están van a los colegios. Los hijos no piden nacer y por lo tanto si no piden; somos nosotros los adultos de ahora que nos hagamos responsables de ellos, no los dejemos “guachos” aunque a ellos no les guste.
Las reglas en una familia las ponen los adultos. ¿Qué clase de padres somos si delegamos las responsabilidades en otros o dejamos huérfanos a nuestros hijos de responsabilidades y de ejemplos?
En cuanto a las autoridades: se está yendo a un viaje de ida. No hay planificación en este tema; de eso no se habla o se habla muy poco. No es un tema de agenda educativa.
A los docentes: creemos conciencia, estemos atentos de por qué un alumnos está mal en el aula. Pidamos ayuda si vemos situaciones que no son normales, no tengamos de alumnos a un Potus, no tengamos miedo a enfrentar esta enfermedad. No lo podemos permitir y lo más triste no banalicemos el tema, exijamos que si en tal canal o comunicador social dice o acepta como normal el consumo de un “porrito” u otra sustancia no lo aceptemos cual burro siguiendo la zanahoria; la zanahoria no debe ser la juventud.
A los chicos: busquen ayuda cuando no sepan qué hacer ante un problema, no están solos. La droga no es punto de apoyo. Siempre hay alguien que sanamente se ocupa de nosotros y nos extiende la mano.
La droga golpea cada vez más seguido a las puertas de nuestros hijos, alumnos, hermanos. Ella entra no pide permiso, se presenta como un dulce beso de muerte, no pide edad, no pide condición social; entra.
“La plaga del narcotráfico, que favorece la violencia y siembra dolor y muerte, requiere un acto de valor de toda la sociedad”, dijo Francisco
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