La escuela como organización social debe responder

Jardín de Infantes Rural de Matrícula Mínima (JIRIMM) N° 1 de la localidad de Argerich, partido de Villarino, Pcia de Buenos Aires.

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Pocos temas concitan actualmente mayor raiting y consenso que la crítica a la escuela. De pronto, pareciera ser que todo el mundo toma conciencia de que “el emperador está desnudo”. Desde múltiples sectores, inclusive desde aquellos que jamás se preocuparon por la problemática educativa, se levantan voces que señalan indicadores concretos de la impotencia de la educación en la Argentina frente a las actuales demandas de la sociedad. Ya no es secreto, ni patrimonio sólo de los investigadores pedagogos y docentes críticos, que la escuela Argentina actual no puede responder a los desafíos de fin de siglo. Con más o menos estas palabras Daniel Filmus plantea, en el texto ¿Para qué sirve la escuela?,  el creciente nivel de acuerdo acerca de las principales falencias del Sistema Educativo Argentino. Sostiene que existe un consenso más limitado para explicar los orígenes de estas falencias y menos aún para delinear políticas y estrategias para salir de esta crisis. Desde todos los sectores se le reclama a la escuela que debe cambiar para responder a los desafíos de la época. Hoy surge la necesidad de redefinir la función de la Escuela.

Partimos de la convicción de que la Escuela es la única institución que puede ser, si cambia, el espacio principal donde se recreen y distribuyan los conocimientos y valores y desde donde se de una respuesta a la creciente ola de violencia y agresión. Existe también plena conciencia de que “sólo se puede salir de esta crisis mirando hacia delante”. Este cambio en el espacio educativo depende de una multiplicidad de actores: funcionarios, directivos, docentes, padres, alumnos, editores de textos, investigadores, etc. Articulando diferentes intereses y perspectivas de todos los actores y con el protagonismo de directivos y docentes será posible pensar los cambios necesarios.

Sin embargo “la escuela sola no puede” debe transformarse en un “eje articulador” de un conjunto de otras instituciones. Quizá será importante recuperar para la escuela lo específicamente educativo y distribuir hacia otras instituciones algunas de las demandas asistenciales que hoy  la agobian.

 

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Jardín de Infantes Rural de Matrícula Mínima (JIRIMM) N° 1 de la localidad de Argerich, partido de Villarino, Pcia de Buenos Aires.

 

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Acerca de Adriana Passalia 12 Articles
Adriana Passalia es Profesora en Filosofía y Pedagogía por el Instituto Superior de Profesorado Sagrado Corazón, Licenciada en Calidad de la Gestión de la Educación, por la Universidad del Salvador, Especialista en Metodología de la Investigación Científica por la Universidad Nacional de Lanús. Y, en la actualidad, Maestranda en Metodología de la Investigación Científica, por la misma universidad.

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