A modo de contextualizar la profundidad del abordaje de la Geohistoria Ambiental, las causas o factores y los alcances o influencias en los/as educandos (entendimiento de los cambios y permanencias en el espacio geográfico y en las identidades territoriales), se realizó una investigación de carácter exploratorio[1]. Para la misma se estableció como área de estudio a la población escolar (docentes y alumnos) de las escuelas rurales de la subregión bonaerense denominada Pampa medanosa (Noroeste Bonaerense) entre los años 2021 y 2022, a instancia de la implementación de la Ley Nacional de Educación Ambiental Integral. El objetivo de esta indagación fue conocer si los/las estudiantes del segundo ciclo de la Educación Primaria y el primer Ciclo de la Educación Secundaria, reconocían los ecosistemas identitarios de sus ecorregiones o biomas (pastizal en ambientes arreicos-medanosos) y, a la vez, si podían distinguir, asociar o analizar el grado de apropiación antrópica en los ambientes aledaños a la localización de la escuela, actualmente dominados por usos agropecuarios intensivos.
Se realizó un muestreo estratificado en edades y cursos de ambos ciclos y niveles, aplicado a un cuestionario de preguntas abiertas e imágenes alusivas -a modo de orientación a las respuestas, tal como se referencia en Figuras 1 y 2-, destinado a la población escolar de los 10 establecimientos de cada nivel (muestra representativa) localizados en las Regiones Educativas 15, 16, 23 y 25, según el Mapa Escolar de la Provincia de Buenos Aires (2022). El 82 % de los/as educandos/as no reconoció claramente los relictos naturales del lugar, como por ejemplo medanales, lagunas (humedales) y coberturas herbáceas endémicas (subsisten entre la maleza, los bordes de sembradíos o en la superficie otrora ocupada por líneas férreas). Asimismo, el 88 % no logró asociar que ese paisaje casi prístino (Castro, 2011), se correspondió con las postas de los primeros pueblos o etnias prehispánicas, así como posiciones claves para líneas de fortines y más tarde, ferrocarriles, trazados de caminos, definición de catastros rurales y de los mismos criterios de zonificación de usos de suelo. En tanto, una pregunta más compleja, solo respondida satisfactoriamente por el 2 % consultado se orientó a corroborar si asumían los efectos de los procesos productivos intensivos en el ambiente, y cuáles son los límites o conductivas pasibles de tolerancia.
Por otra parte, el cuerpo docente entrevistado reconoció que los espacios destinados a la formación docente continua, escasamente contempla cuestiones vinculadas a la geohistoria específicamente. Más bien presenta abordajes espacio-temporales o temporo-espaciales demasiados generales, y a la vez, en forma unánime consideraron que lo cercano se analiza desde una práctica sustentada en la didáctica de lo obvio, más que de un recorrido teórico y metodológico pertinente para enseñar más allá del ambiente que nos rodea, sino más bien pensar el ambiente como aquello que es rodeado. Entre los contenidos temáticos más relevantes, según lo expresado por las docentes se recuperaron los siguientes: conocer el barrio, la diferencia entre el campo y la ciudad, las instituciones locales y los hitos geográficos del lugar (escasa adecuación al contexto rural, en estos casos). Por otro lado, también se detectó una transversalidad ambiental resulta omitida en la geohistoria analizada, ya que esta solo es abordada en el contexto de cambios o procesos de territorializaciones regionales, como por ejemplo, la definición de las fronteras con los pueblos originarios en 1872 (hasta Batalla San Carlos) y 1879 (hasta la Zanja Alsina), que sí se han trabajado en clase en el 56 % de los casos, aunque se reconoce la influencia particular que tuvieron en esos años los 150 años de la Batalla San Carlos y la edición del Libro Martín Fierro en una subregión pampeana muy apega por haberse materializado la contienda militar y residir parte de su vida los hermanos Rafael y José Hernández, respectivamente.
Esta breve descripción de la información relevada, da pie para re-visitar el lugar de la Geohistoria, pensada desde la relación entre las categorías espacio/tiempo-sincrónico/diacrónico, en el ámbito escolar, sobre todo para entrar en dialogo con los problemas ambientales actuales a diferentes escalas de análisis. Podemos decir que el planteo de un abordaje metodológico superador de los pares dicotómicos, puede constituir un norte a seguir en cuanto al abordaje de la Educación Ambiental Integral. Acercar la enseñanza de lo ambiental, desde la perspectiva mencionada puede constituir el desarrollo de una pedagogía comprometida para así comprender de otra manera las relaciones entre la sociedad y la naturaleza.
En este sentido, consideramos la educación, y en particular las prácticas pedagógicas escolares, como un proceso que potencia diferentes posibilidades de transformación de la realidad, orientadas hacia un mundo socialmente más justo y ambientalmente más sostenible. Por dichas razones, destacamos como una imperiosa y desafiante necesidad de trabajar en la escuela la dimensión ambiental. Pensar la enseñanza y el aprendizaje de lo ambiental, desde el enfoque geohistórico, para abordar las cuestiones complejas de la actualidad, implica el abordaje de una educación problematizadora, crítica y transformadora, es decir, que ve la cuestión ambiental vinculada a lo social, cultural, ético e ideológico.
Figuras 1 y 2: Dos de las imágenes empleadas en las preguntas a estudiantes.
Fuente: Lapena (2022) a partir de ilustración de Rapela (1978) en Fig. 3 y toma propia en Fig. 4
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[3] Muestreo de escuelas primarias y secundarias de contexto rural, representativas de las regiones educativas 15, 16, 23 y 25, según proyecto nro. 102 del INFOD. En Región 23 se incluyen los partidos de Guaminí, Daireaux y A. Alsina, mientras que en la Región 25, únicamente Bolivar. Las demás jurisdicciones de estas dos regiones no comprenden el Noroeste Bonaerense.
Continuación de la nota salida en 27 de mayo.
La Educación ambiental y sus contribuciones al abordaje geohistorico. Parte I
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