¿Paciencia o estrategia? El rol docente en la Escuela Secundaria hoy

Seis estrategias a tener en cuenta para no "perder la paciencia" con los alumnos de Educación Secundaria

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He oído a muchos colegas comentar sobre la falta de paciencia en determinados momentos y situaciones aúlicas, que invitan a la tan mencionada  «perdí la paciencia». Legendariamente la paciencia es un factor crucial que las personas practicamos en determinados episodios de la vida donde nuestro límite de entendimiento sobre  «lo que debe ser» o la típica tabla del deber ser que se dispone, no coinciden con lo que se expresa en la  vivencia o lo que debemos resolver. Por lo general los testimonios docentes sobre la falta de paciencia radica en que no atienden(quizás sin darse cuenta) a la práctica docente como un ejercicio reflexivo, cooperativo, participativo y de estrategias claras de trabajo.

Las estrategias pueden ser las aliadas para solucionar los problemas sobre la falta de paciencia. Los alumnos escolarizados entienden a las normas desde muy temprana edad, lo que aquí importa es determinar qué estrategias, ya sean diagramar (1)expectativas de logro, (2)pautar consideraciones claras de trabajo, (3)entender a la planificación como hipótesis de trabajo(Araujo, Sonia Marcela:2012), (4)estrategias lingüísticas, (5)temporalidad y espacio de trabajo y  la utilización estratégica de (6)recursos gestuales, materiales, didácticos y tecnológicos.

A continuación ampliaré cada estrategia propuesta, en forma de tópicos de análisis, para profundizar en el tema:

  1. Expectativas de logro: Seguramente surge el dilema entre «expectativa vs. realidad», muchos docentes realizan su planificación anual con las mejores y bien pensadas expectativas de logro basadas en un diagnóstico aúlico previo y con la confianza de que éste se cumplirá. Pero, en varias ocasiones sucede que la planificación anual se archiva en una carpeta y los alumnos no se enteran de lo que el docente pretende que aquellos logren alcanzar. Si, muchos docentes de Nivel Secundario, las transcriben en el pizarrón al comenzar el año pero, ¿son explicadas una a una?, ¿ Se toman a las expectativas de logro como una estrategia de trabajo? Lo ideal en este caso, si las utilizamos como estrategia de trabajo, sería reforzarlas siempre que sea necesario, comunicarlas con continuidad e intentar que los alumnos sepan que tienen un norte que perseguir el cual se evaluará en su proceso de aprendizaje. No quiero que se confunda expectativa de logro con objetivos, aquí lo que importa es que cada alumno trace tu trayecto de formación  con conciencia de que el docente tiene algo preparado para guiarlo y motivarlo. En el caso de la la educación de Nivel Inicial y Primario, por medio del juego y el lenguaje claro, los alumnos pueden saber lo que el docente desea que ellos logren y deberán utilizar recursos (6) para motivarlos.
  2. Pautar consideraciones claras de trabajo: Aquí no hablamos de  reglas de trabajo ya que éstas se utilizan para medir y calcular, por ello en este caso  tomaremos  a las consideraciones como una estrategia no de medición sino plantear los si y los no que se pretenden en la convivencia aúlica para poder trabajar los contenidos de manera exitosa. Esta estrategia puede verse aliada con la autoevalución (Poggi:2008) por parte del docente contemplando si las consideraciones están dispuesta de acuerdo a que atiendan a las necesidades del grupo, si deben  ser modificadas  para un buen trabajo en equipo, entre otras. La autoevaluación es un ejercicio enriquecedor para el docente y se complementaría con la autoevaluación de los propios alumnos ante la tarea del aprendizaje y la tarea que observan de su docente. Para que la autoevaluación de los alumnos funcione, el docente debe estar dispuesto a oír y a remediar si fuera necesario. Las consideraciones colaboran a organizar el clima de trabajo y pueden ser re-evaluadas si así fuera necesario. También deben ser claras ya que todo el grupo de aprendizaje debe comprenderlas y hasta refutarlas si así lo solicitan. Muchas veces la falta de paciencia se debe a que las consideraciones que adopta el docente son arbitrarias y no logran atender a las necesidades y reclamos de los alumnos.
  3. La planificación como hipótesis de trabajo (Araujo:2012): Respondiendo al enfoque práctico de enseñanza, en contraposición al enfoque técnico, planificar la enseñanza basada en hipótesis permite no estipular arbitrariamente al proceso de enseñanza y aprendizaje o, mejor dicho, no tratarla como hipótesis genera evaluar el resultado sin tener en cuenta los procesos y no permitir puntos de flexión en las actividades.  El hecho de pensar a la planificación como hipótesis permite dejar una ventana abierta a nuevos intereses, nuevas propuestas, la interdisciplinariedad, espacios de reflexión y autoevaluación, evaluación del proceso atendiendo a las consideraciones iniciales. Tomar a la planificación como «algo blando» que podemos modelar la propia marcha del curso y las solicitudes que se van experimentando. Favorece y es una estrategia sumamente flexible y práctica la cual los alumnos no deben condicionarse al estímulo y respuesta(conductual), sino que por las ventanas abiertas de la planificaciones pueden entrar o salir nuevas o viejas ideas. La estrategia de la hipótesis permite al docente no estructurarse y sentir fracaso por el incumplimiento parcial de su planificación.
  4. Lingüística: Pautar modos de decir las cosas entre docentes y alumnos, es ponerle nombre a cada uno de los hechos y actitudes. Hablar claro es entenderse  claro, el idioma que se genera dentro del aula es un idioma que podemos encontrarlo implícito dentro del marco subjetivo del grupo (Percia, Marcelo: 2000)  o explícito facilitando el nomenclador del vocabulario aúlico diariamente tanto docentes como alumnos. Hablar el «idioma del grupo» es entenderse estratégicamente.
  5. Temporalidad y espacios de trabajo: El tiempo que se destina para cada actuación en el aula, ya sea: leer, redactar, comprender, analizar, reflexionar, callar, escuchar, hablar, entre otras. Deben atender a los tiempos que los grupos educativos disponen. Que el docente conozca a su grupo en cuanto a la temporalidad lo ayudará estratégicamente a organizar los momentos. En cuanto al espacio, se deben crear espacios y atmósferas habitables respirables para los alumnos y el docente. De ello depende la creatividad y los intereses frente a cada actividad y contenido a abordar. A veces, romper con la estructura del salón del clase organizado y diagramado, desestructurar sus mesas linealmente ubicadas, podría colaborar a la creación de espacios. Los mobiliarios son móviles no «inmuebles inmóviles».  La estrategia del espacio podría ser muy prometedora para nuevas experiencias dentro del aula.
  6. Recursos: (i)gestuales, los alumnos observan a los docentes en todo momento y los gestos que demuestran indecisión, deserción, involuntariedad y pesimismo, conllevan a desfavorables vínculos con los alumnos. (ii)Materiales, proporcionarlos de manera novedosa o mismo enseñar la reutilización de elementos, motiva al alumnado. Todo material por más inimaginado que sea, si se utiliza estratégicamente es fructífero. (iii) Didácticos, los alumnos deben reconocer los materiales didácticos que se proporcionan para la utilización en clase y éstos deben atender las necesidades  éstos, si el recurso didáctico está alejado de las posibilidades de los alumnos, lo más probable es que fracase el aprendizaje. Por último (iv) Tecnológicos, las TICs conducen a la práctica de la innovación (Lugo, Ma. Teresa:2013)  y proporciona la inclusión educativa favorable. Además de ser una estrategia de comunicación muy importante y amplia donde los adolescentes se sienten cómodos.

Entonces, si pensamos esta propuesta sobre las estrategias como aliadas posiblemente cuidaríamos de no «perder la paciencia» frente a los imprevistos  diarios.  ¡Hasta la próxima!

Larrosa M., Ma. Victoria

Prof. de Artes Visuales

Lic. en Educación

Mención en Organización y conducción de Inst. Escolares

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Acerca de Victoria Larrosa 9 Articles
Lic. en Educación con mención en organización y conducción de Instituciones Escolares. Profesora de Artes Visuales. Lic . Educación en UNQui. Maestría en Política y Administración de la Educación en UNTREF. Posgrado en FLACSO en Gestión de Educativa Ministerio de Educación del Gob. de la Ciudad de Buenos Aires, Gerencia Operativa del Curriculum. Subsecretaría de Ed. de la Municipalidad de Lomas de Zamora. Profesora en Primario, Secundario, Experiencia en Terciario.

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