La importancia de la canción en el Nivel Inicial

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Inicial1La canción es el elemento musical más importante que recibe el niño en el jardín. En ella se agrupan en forma sintética: la melodía, la armonía y el ritmo.
Edgar Willems dice que “es el mejor medio para desarrollar la audición interior, clave de toda verdadera musicalidad.”Cuando el niño canta, vivencia globalmente todo ello, y lo va experimentando cada vez que repite una canción que es de su agrado.
La tarea del docente es seleccionar canciones que contengan un material a partir del cual se puedan desarrollar actividades diversas, procesos recreativos que estimulen el aprendizaje y desaten fantasías. Que trascienda los límites de la letra y música y nos lleve a la esencia de la potencialidad que existe en cada niño: la imaginación creadora.
Una canción puede ser el disparador de una serie de propuestas que permita incursionar en los contenidos de la enseñanza desde un espacio no previsto. Una forma de fortalecer la idea de que el aprendizaje debe ser divertido, placentero y comprometido.
Allí están los valores, su relación dentro del compás, el pulso, el acento y la subdivisión de los tiempos. Allí están los sonidos, enlazados de tal manera que él pueda escucharlos y reproducirlos, formando la melodía y siguiendo su ritmo. Y allí también, está la armonía contenida en toda canción.
Cuando se dice que en el jardín, el niño debe cantar, cuando él lo desee, cada vez que la docente lo planifique y toda vez que haya un momento propicio, se hace pensando, no sólo en el valor formativo de la canción, sino en los elementos específicamente musicales contenidos en ella y, además, en la formación estética que implica su interpretación.
El niño ya ha escuchado música antes de llegar al jardín, pero en la mayoría de los casos, no es la mas conveniente para su formación estética.
Lo ideal sería que él pudiera apropiarse de la canción, desarmarla, recrearla, tomar sus elementos y jugar con ellos en forma creativa .Para lograrlo es fundamental que la tarea se plantee a partir de situaciones problemáticas, donde se impulse al niño a buscar una respuesta divergente y no la supuestamente “correcta” que, casi siempre, resulta estereotipada. Si preguntamos: ¿Este sonido es fuerte o es suave?, el niño no tendrá mas posibilidad que elegir entre las dos alternativas planteadas. Así se busca una única respuesta sin variantes y sin transgresiones.
Si en cambio preguntásemos: ¿Cómo ordenarían estos sonidos?, el niño deberá establecer relaciones entre ellos, para poder señalar que uno es más fuerte o más suave que el otro. Y podremos formular otras preguntas que le permitan pensar en nuevas relaciones.
Por lo tanto, la docente está obligada a incorporar a su vida melodías bien seleccionadas, para ir formando lo que un día será su cultura musical y para ello tendrá en cuenta la edad del niño y los objetivos de esta área de la educación. No solo se le hará cantar o escuchar la música que “le gusta”, sino la que le enriquezca artísticamente.
Al elaborar las propuestas didácticas no nos limitaremos a desarrollar los aspectos vinculados a la educación musical y al lenguaje verbal, sino que nos introduciremos, de hecho, en otras disciplinas como expresión corporal, juegos teatrales, ciencias sociales.
Es importante tener en cuenta que al enseñar una canción no es imprescindible relacionarse exclusivamente con el tema que ella propone, ya sea en la música o en la letra, de hacerlo así podría llevar al docente a establecer relaciones forzadas donde se elaboren actividades basadas en la canción pero vacías de contenido. No debemos olvidar que una canción tiene valor en sí misma.
La intención es que las opciones que se sugieran funcionen como “disparadores de ideas”, y no como esquemas que se repitan mecánicamente, ya que de esta forma se agotarían en sí mismos. Y lo que es peor: la tarea creativa se convertiría en mero entretenimiento sin valor educativo.
El docente tiene en sus manos todos los elementos para formar en los niños el gusto por la buena música, tratará de hacerlo en el transcurso del año ofreciéndole buenas obras cada vez que se presente la oportunidad y no deberá perder de vista los objetivos y contenidos de la enseñanza.
Para seleccionar las canciones que cantará en el jardín, se deberán tener en cuenta cuatro aspectos muy importantes: Letra de la canción, Melodía, Ritmo y Tonalidad, adecuándolas a las edades y planificando las actividades según el nivel de cada grupo.
Por todo esto es que debemos estar convencidos que la tarea de los educadores debe instalar la imaginación en un lugar esencial de la educación y que se vea a cada canción, poema, cuento, como un espacio de alternativas y de búsquedas, confiando en la creatividad infantil y respetando el juego de los niños.

Bibliografía general y ampliatoria:

Willems, Edgar, “Educación Musical” 1966
Howard, Walter , “La música y el niño” 1961

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Acerca de Bettina Di Franco 21 Articles
Prof.Superior de Piano.Maestra de Música. Prof.de Artes en Música. Secretaria del colegio primario Nuestra Sra.de Lourdes Prof.de Construcción de Ciudadanía,Colegio sec.Nuestra Sra.de Lourdes Prof.Corporeidad y Motricidad Instituto de Teología. "El arte es la expresión de alma que desea ser escuchada".

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